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Innovar y construir nuestra nueva normalidad

Las crisis son el momento de la verdad para la innovación. El momento cuando nuestra supervivencia está supeditada a nuestra capacidad de transformación y adaptación, a nuestro deseo de mejorar y a nuestra visión de futuro. Ahora mismo no sabemos nada. No entendemos cómo debe funcionar nuestra sociedad  o nuestros negocios, quiénes deben ser nuestros líderes, ni tenemos certeza sobre qué es verdad o que es mentira. En resumen, no sabemos en qué dirección orientar nuestros esfuerzos. Lo que sí hemos sabido siempre, es que entender el presente y aprender del pasado es fundamental para  para construir el futuro que queremos vivir. Desde esta idea, hemos logrado que nuestras vidas hagan sentido muchas veces. Y para eso estamos aquí, Porque desde ya, y aunque no nos demos cuenta, lo estamos construyendo. Trabajar en nuestra capacidad de adaptación como personas y organizaciones se vuelve urgente, no para recuperar la normalidad a la que estábamos acostumbrados, sino como una oportunidad de evolución, un comienzo fresco para todos. Se acerca para todos un gran cambio de mentalidad , causado por el cambio de paradigmas que hemos venido afrontando desde hace más de veinte años. Algunas organizaciones y gobiernos estamos trabajando continuamente en fórmulas para hacer más coherente y significativa nuestra presencia en el planeta, con algunos logros, pero aún hoy con muchas negaciones y temas por resolver. Esta es definitivamente una gran oportunidad para alcanzar la coherencia, o por lo menos para divisar una dirección para alcanzarla. Es la oportunidad para reconstruirnos de manera óptima, dejar las manías del pasado y realmente planear vidas y empresas exitosas que fácilmente sobrevivan a pandemias y catástrofes , porque se saben adaptar y reinventarse. Nuestro primer paso ha sido reaccionar rápidamente, y durante la tormenta entender cómo se mueven el mar y los vientos. Entender las señales y patrones de cambio y detectar los grandes riesgos y oportunidades que se construyen con la transición, para ayudar a quienes no tuvieron la oportunidad de analizarlo. Muchos servicios y empresas no resistirán la transición después del COVID19. Muchos serán imposibles, otros irrelevantes o simplemente muy arriesgados. Hemos entendido que el mundo y principalmente las personas ven su realidad de otras maneras y como tal han dejado de lado lo que no consideran esencial. Los servicios personalizados y remotos se tomarán los mercados , los entornos digitales y virtuales nos mantendrán seguros, las relaciones de pertenencia y autenticidad serán las preferidas y nuestra forma de gastar e invertir nuestro dinero será más selectiva y exigente. La dificultad para encontrar seguridad financiera, especialmente en países en desarrollo, creará una deslocalización de talento importante y las grandes multitudes y lo masivo dejarán de ser apetecibles. Hemos visto cómo grandes empresas y marcas se derrumban en pocos días y cómo aquellas que se han atrevido a innovar con visión de futuro, se toman nuestras vidas aportando sentido y valor a nuestro entorno y necesidades, porque es lo que debemos hacer. Mirar al Zeitgeist y su rápida transformación es una tarea inaplazable . Contribuir a construir un mundo del futuro en abundancia y con un sentido de propósito, es una oportunidad que podemos tomar o dejar. ¿Qué tan rápido nos podemos adaptar, aprendiendo de nuestros errores en el presente y construyendo pieza a pieza el futuro?

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